FPL quiere invertir más de $400 millones en proyectos de combustibles fósiles
El Nuevo Herald
Por Sofia Andrade
Publicado originalmente por El Nuevo Herald
Florida Power & Light implosiona su última central eléctrica de carbón en la Florida, en Indiantown, en el Condado Martin, el 16 de junio de 2021. MATIAS J. OCNER [email protected]
Florida Power & Light (FPL) le está pidiendo a la Comisión de Servicio Público (PSC) de Florida aprobación para gastar más de $400 millones para mejorar su infraestructura de energía y combustibles fósiles en el estado. Si el plan es aprobado, abriría las puertas para que FPL le pase los costos del proyecto a los residentes de Florida, quienes verán mayores costos de electricidad en los próximos años. Para residentes en las ciudades más pobres y vulnerables al cambio climático en Miami —muchas de cuales tienen una población mayoritariamente latina— el aumento de precios podría ser debilitador. Y debido al monopolio de FPL en el estado, los contribuyentes no tendrán muchas opciones si el plan es aprobado. “Nos toca a todos, no importa donde vivamos, porque lamentablemente, no tenemos opción”, dice Yoca Arditi-Rocha, la directora del CLEO Institute, una organización dedicada a la educación y acción en temas del medioambiente.
EL PLAN DE 10 AÑOS
El plan de 10 años de FPL incluye actualizar plantas de energía que ya estaban en camino a ser retiradas para utilizar solo en casos de frío extremo y construir más plantas e infraestructura de electricidad. La empresa propuso que la inversión de cientos de millones de dólares es necesaria para capear un aumento hipotético del uso de energía debido a inviernos más fríos.
El reporte entregado al PSC usa las tormentas invernales de Texas y la consiguiente crisis energética en el 2021 como ejemplo. El plan hace también referencia a dos casos de heladas de invierno aislados en el 1989 y el 2010 en cual los clientes de FPL usaron más electricidad que lo normal. En 1989, algunos clientes experimentaron apagones continuos durante períodos breves debido a un desequilibrio entre la demanda de los clientes y el suministro de energía disponible.
Estos casos de frío extremo en Florida ya son raros. Y estudios han demostrado que el cambio climático probablemente los hará menos probables. Los expertos presentes en la audiencia del PSC sobre el plan testificaron que hay menos de uno en un millón de posibilidades de que suceda el invierno que FPL predice.
Lo que sí se empeora definitivamente es el calor extremo, que ya mata a más personas en el país que cualquier otro tipo de tiempo severo —y afecta desproporcionadamente a la gente de bajos ingresos y la gente no blanca.
Según Arditi-Rocha, la propuesta para los próximos 10 años de FPL no tiene un plan contingente para el calor extremo. “Ellos están [seleccionando solo la información] que les conviene para que la agencia regulatoria, que es el PSC, les pague y les conceda que les pueden pasar esos costos [de más de $400 millones] a los usuarios, que somos nosotros”, ella dice.
La FPL, a causa de un mecanismo de legislatura en Florida, puede contar con ganancias garantizadas. El estado les paga un porcentaje de ingresos basado en la energía que generan. Al final del día Natalia Brown, Gerente del Programa de Justicia Climática de Catalyst Miami, dice que el plan de 10 años puede ser una manera para que la FPL simplemente obtenga más ganancias sin tener necesidad para los proyectos propuestos. “Tienen un incentivo realmente perverso para construir más plantas de energía incluso más allá de lo que necesitamos”, dice Brown. “No importa si están desperdiciando energía”.
LO QUE SIGNIFICA PARA LOS RESIDENTES DE MIAMI
Los costos de FPL generalmente son aumentados cada cinco o seis años en casos de tasa, un proceso hecho a través del PSC, pero también sube entre estos períodos prolongados. En los próximos meses, por ejemplo, el costo de la electricidad probablemente subirá a causa de la crisis de precios de gasolina. El aumento que vendrá con el gasto de más de $400 millones del plan de 10 años probablemente se verá más pronunciado en el próximo caso de tasa.
Este abril en Miami, las familias gastaron el 38 por ciento más en electricidad que lo que habían gastado el año pasado, según un reporte de Bloomberg Business y datos del U.S. Bureau of Labor Statistics. Y en ciudades como Doral, Sweetwater, Hialeah y West Miami, donde más del 90 por ciento de la población es hispana o latina, un aumento extra de precios puede traer complicaciones más extremas.
“¿Quién paga el precio más alto?” dice Brown. “Las casas que tienen la infraestructura menos eficiente, que estarán en los vecindarios de bajos ingresos y en las comunidades de color. Y a menudo, [también son] los hogares que no hablan inglés como idioma principal y no tienen el mismo acceso a los programas de eficiencia energética”.
Aunque estos programas dirigidos directamente por municipalidades o el condado son aún limitados, si ayudan en reducir el gasto y costo de la energía. El problema es “la gran disparidad en acceso basado en qué idioma hablas”, agrega Brown.
“Sobre todo en las comunidades más vulnerables y más pobres, empiezan a tener que priorizar, con el poco dinero que tienen, adonde lo van a gastar: en comida, en medicinas, o en luz”, dice Arditi-Rocha. “Así que la gente tardía para el pago de la luz, a veces deciden apagar el aire acondicionado para ahorrar, entonces entran en un ciclo vicioso que se va exacerbando por una suma de factores económicos, climáticos, y sociales que lamentablemente hace que las personas más vulnerables son las que sufran más”.
La FPL y el Condado de Miami-Dade lanzaron un programa de energía solar que comenzó con estos 402 paneles solares flotantes que generarán 160 kilovatios de energía en Blue Lagoon, adyacente al Aeropuerto Internacional de Miami, el martes 28 de enero de 2020. Miami
PLAN DE ELIMINAR EMISIONES DE CARBONO
El proceso de aprobación del PSC, que cerró su periodo de comentario público el 15 de junio, viene al mismo tiempo que NexEra, la empresa matriz de FPL, anunció el 14 de junio en una declaración que planea ampliar su uso de energía renovable para eliminar las emisiones de carbono de la generación de electricidad para el 2045. NextEra, en su anuncio, llamó el plan “el objetivo de reducción de emisiones de carbono más ambicioso jamás establecido por un productor de energía”.
Viendo está declaración junto con el plan de 10 años que el PSC está considerando actualmente, contradicciones y dudas resaltan para expertos y activistas comunitarios por igual.
“Con este plan de 10 años, los clientes de FPL en este momento están en camino de recibir facturas más altas para soportar más proyectos de combustibles fósiles”, dice Brown. Porque el plan se enfoca primariamente en actualizar o invertir en plantas de combustible fósiles —la mayoría de los proyectos propuestos son de gas— y estaría en efecto hasta el 2031, no da mucho espacio para llegar a las metas de eliminar las emisiones completamente.
QUE SE PUEDE HACER COMO RESIDENTE
Aunque se cree que el PSC dará a conocer su decisión sobre el plan de 10 años pronto, si hay cosas que los residentes pudieran hacer para administrar sus costos de energía que, si se aprueba el plan, seguramente aumentarán en los próximos cinco a seis años.
“La independencia energética es una cosa [por la cual] todos deberíamos de estar abogando. Y tiene que ser una independencia energética de energía limpia”, dice Arditi-Rocha, citando como los combustibles fósiles son demasiado volátiles como para depender de ellos.
Brown agrega que los programas de climatización del condado también pueden ser una manera de bajar los costos. Son cambios chiquitos que uno puede hacer —como investigar los programas disponibles— que pueden hacer grán diferencia. “Para la mayoría, es económico. La tecnología y los materiales están fácilmente disponibles, a veces es solo tener acceso a la información lo que marca la diferencia para mantener las luces encendidas... Y también aborda los desafíos energéticos relacionados con el cambio climático [porque] estás usando menos combustibles fósiles. Así que estás reduciendo las emisiones de una manera diferente”.
Arditi-Rocha dice que lo más importante es salir de la dependencia sobre los combustibles fósiles. “Si podemos encontrar consenso de todas las personas de la Florida, de todas las personas de Miami-Dade, podemos presionar aún más a los políticos y a las [compañías de utilidades] como FPL a que cambien, que finalmente decidan convertir su matriz energética a una matriz renovable”, dice.
Sofia Andrade escribe sobre el Doral y Sweetwater para El Nuevo Herald. La hija de inmigrantes ecuatorianos, ella vive en Miami y es estudiante en la Universidad de Harvard. Junto con El Nuevo Herald, su trabajo ha aparecido en The Miami New Times, Slate, The New York Times y The Harvard Crimson.
Por Sofia Andrade
Publicado originalmente por El Nuevo Herald
Florida Power & Light implosiona su última central eléctrica de carbón en la Florida, en Indiantown, en el Condado Martin, el 16 de junio de 2021. MATIAS J. OCNER [email protected]
Florida Power & Light (FPL) le está pidiendo a la Comisión de Servicio Público (PSC) de Florida aprobación para gastar más de $400 millones para mejorar su infraestructura de energía y combustibles fósiles en el estado. Si el plan es aprobado, abriría las puertas para que FPL le pase los costos del proyecto a los residentes de Florida, quienes verán mayores costos de electricidad en los próximos años. Para residentes en las ciudades más pobres y vulnerables al cambio climático en Miami —muchas de cuales tienen una población mayoritariamente latina— el aumento de precios podría ser debilitador. Y debido al monopolio de FPL en el estado, los contribuyentes no tendrán muchas opciones si el plan es aprobado. “Nos toca a todos, no importa donde vivamos, porque lamentablemente, no tenemos opción”, dice Yoca Arditi-Rocha, la directora del CLEO Institute, una organización dedicada a la educación y acción en temas del medioambiente.
EL PLAN DE 10 AÑOS
El plan de 10 años de FPL incluye actualizar plantas de energía que ya estaban en camino a ser retiradas para utilizar solo en casos de frío extremo y construir más plantas e infraestructura de electricidad. La empresa propuso que la inversión de cientos de millones de dólares es necesaria para capear un aumento hipotético del uso de energía debido a inviernos más fríos.
El reporte entregado al PSC usa las tormentas invernales de Texas y la consiguiente crisis energética en el 2021 como ejemplo. El plan hace también referencia a dos casos de heladas de invierno aislados en el 1989 y el 2010 en cual los clientes de FPL usaron más electricidad que lo normal. En 1989, algunos clientes experimentaron apagones continuos durante períodos breves debido a un desequilibrio entre la demanda de los clientes y el suministro de energía disponible.
Estos casos de frío extremo en Florida ya son raros. Y estudios han demostrado que el cambio climático probablemente los hará menos probables. Los expertos presentes en la audiencia del PSC sobre el plan testificaron que hay menos de uno en un millón de posibilidades de que suceda el invierno que FPL predice.
Lo que sí se empeora definitivamente es el calor extremo, que ya mata a más personas en el país que cualquier otro tipo de tiempo severo —y afecta desproporcionadamente a la gente de bajos ingresos y la gente no blanca.
Según Arditi-Rocha, la propuesta para los próximos 10 años de FPL no tiene un plan contingente para el calor extremo. “Ellos están [seleccionando solo la información] que les conviene para que la agencia regulatoria, que es el PSC, les pague y les conceda que les pueden pasar esos costos [de más de $400 millones] a los usuarios, que somos nosotros”, ella dice.
La FPL, a causa de un mecanismo de legislatura en Florida, puede contar con ganancias garantizadas. El estado les paga un porcentaje de ingresos basado en la energía que generan. Al final del día Natalia Brown, Gerente del Programa de Justicia Climática de Catalyst Miami, dice que el plan de 10 años puede ser una manera para que la FPL simplemente obtenga más ganancias sin tener necesidad para los proyectos propuestos. “Tienen un incentivo realmente perverso para construir más plantas de energía incluso más allá de lo que necesitamos”, dice Brown. “No importa si están desperdiciando energía”.
LO QUE SIGNIFICA PARA LOS RESIDENTES DE MIAMI
Los costos de FPL generalmente son aumentados cada cinco o seis años en casos de tasa, un proceso hecho a través del PSC, pero también sube entre estos períodos prolongados. En los próximos meses, por ejemplo, el costo de la electricidad probablemente subirá a causa de la crisis de precios de gasolina. El aumento que vendrá con el gasto de más de $400 millones del plan de 10 años probablemente se verá más pronunciado en el próximo caso de tasa.
Este abril en Miami, las familias gastaron el 38 por ciento más en electricidad que lo que habían gastado el año pasado, según un reporte de Bloomberg Business y datos del U.S. Bureau of Labor Statistics. Y en ciudades como Doral, Sweetwater, Hialeah y West Miami, donde más del 90 por ciento de la población es hispana o latina, un aumento extra de precios puede traer complicaciones más extremas.
“¿Quién paga el precio más alto?” dice Brown. “Las casas que tienen la infraestructura menos eficiente, que estarán en los vecindarios de bajos ingresos y en las comunidades de color. Y a menudo, [también son] los hogares que no hablan inglés como idioma principal y no tienen el mismo acceso a los programas de eficiencia energética”.
Aunque estos programas dirigidos directamente por municipalidades o el condado son aún limitados, si ayudan en reducir el gasto y costo de la energía. El problema es “la gran disparidad en acceso basado en qué idioma hablas”, agrega Brown.
“Sobre todo en las comunidades más vulnerables y más pobres, empiezan a tener que priorizar, con el poco dinero que tienen, adonde lo van a gastar: en comida, en medicinas, o en luz”, dice Arditi-Rocha. “Así que la gente tardía para el pago de la luz, a veces deciden apagar el aire acondicionado para ahorrar, entonces entran en un ciclo vicioso que se va exacerbando por una suma de factores económicos, climáticos, y sociales que lamentablemente hace que las personas más vulnerables son las que sufran más”.
La FPL y el Condado de Miami-Dade lanzaron un programa de energía solar que comenzó con estos 402 paneles solares flotantes que generarán 160 kilovatios de energía en Blue Lagoon, adyacente al Aeropuerto Internacional de Miami, el martes 28 de enero de 2020. Miami
PLAN DE ELIMINAR EMISIONES DE CARBONO
El proceso de aprobación del PSC, que cerró su periodo de comentario público el 15 de junio, viene al mismo tiempo que NexEra, la empresa matriz de FPL, anunció el 14 de junio en una declaración que planea ampliar su uso de energía renovable para eliminar las emisiones de carbono de la generación de electricidad para el 2045. NextEra, en su anuncio, llamó el plan “el objetivo de reducción de emisiones de carbono más ambicioso jamás establecido por un productor de energía”.
Viendo está declaración junto con el plan de 10 años que el PSC está considerando actualmente, contradicciones y dudas resaltan para expertos y activistas comunitarios por igual.
“Con este plan de 10 años, los clientes de FPL en este momento están en camino de recibir facturas más altas para soportar más proyectos de combustibles fósiles”, dice Brown. Porque el plan se enfoca primariamente en actualizar o invertir en plantas de combustible fósiles —la mayoría de los proyectos propuestos son de gas— y estaría en efecto hasta el 2031, no da mucho espacio para llegar a las metas de eliminar las emisiones completamente.
QUE SE PUEDE HACER COMO RESIDENTE
Aunque se cree que el PSC dará a conocer su decisión sobre el plan de 10 años pronto, si hay cosas que los residentes pudieran hacer para administrar sus costos de energía que, si se aprueba el plan, seguramente aumentarán en los próximos cinco a seis años.
“La independencia energética es una cosa [por la cual] todos deberíamos de estar abogando. Y tiene que ser una independencia energética de energía limpia”, dice Arditi-Rocha, citando como los combustibles fósiles son demasiado volátiles como para depender de ellos.
Brown agrega que los programas de climatización del condado también pueden ser una manera de bajar los costos. Son cambios chiquitos que uno puede hacer —como investigar los programas disponibles— que pueden hacer grán diferencia. “Para la mayoría, es económico. La tecnología y los materiales están fácilmente disponibles, a veces es solo tener acceso a la información lo que marca la diferencia para mantener las luces encendidas... Y también aborda los desafíos energéticos relacionados con el cambio climático [porque] estás usando menos combustibles fósiles. Así que estás reduciendo las emisiones de una manera diferente”.
Arditi-Rocha dice que lo más importante es salir de la dependencia sobre los combustibles fósiles. “Si podemos encontrar consenso de todas las personas de la Florida, de todas las personas de Miami-Dade, podemos presionar aún más a los políticos y a las [compañías de utilidades] como FPL a que cambien, que finalmente decidan convertir su matriz energética a una matriz renovable”, dice.
Sofia Andrade escribe sobre el Doral y Sweetwater para El Nuevo Herald. La hija de inmigrantes ecuatorianos, ella vive en Miami y es estudiante en la Universidad de Harvard. Junto con El Nuevo Herald, su trabajo ha aparecido en The Miami New Times, Slate, The New York Times y The Harvard Crimson.